En lo que va del año, las lluvias intensas, que han originado huaicos y desbordes en diversas zonas del territorio nacional, han afectado no solo viviendas y vías de comunicación, sino también numerosas zonas de cultivo, así como diversa infraestructura de uso agrícola. Según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), hasta inicios de esta semana, estas anomalías del clima, asociadas al fenómeno conocido como Niño costero, han afectado ya a 2,913 kilómetros de canales de riego, en su mayor parte en Tumbes, Ica, Lambayeque y Áncash, y ha destruido a otros 640 kilómetros de ese tipo de infraestructura, sobre todo en el departamento de Lima.