Los ministros se han repartido por diversos puntos del país. De día, llegan a una provincia golpeada por las indomables lluvias, huaicos e inundaciones. De noche, algunos de ellos, se reúnen en el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). Allí se retoman las coordinaciones. El fin de semana, el agua fue un bien esquivo entre los limeños. En provincias, las áreas arrasadas por la naturaleza se multiplican. Hasta el jueves, 22,613 hectáreas de terrenos agrícolas sufrían daños, según el último reporte de Indeci con información proporcionada por el COEN. Sin embargo, en solo tres días, las áreas dañadas pasaron a ser 29,166 hectáreas. Es decir, un espacio similar al doble del distrito de San Juan de Lurigancho. De este universo de tierras golpeadas, según el reporte al que tuvo acceso Gestión, hay 8,661 hectáreas que se han perdido. El resto está en una categoría de terrenos de cultivos afectados.
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