El Estado ecuatoriano tendrá que asistir con US$300 millones a su empresa petrolera Petroecuador para solventar la crisis presupuestaria que atraviesa por el aumento de la importación de derivados. A pesar de que Ecuador es el quinto productor de petróleo de Sudamérica, la obsolescencia de sus refinerías lo obliga a importar los combustibles requeridos para abastecer la demanda del mercado interno. Esto tiene un alto costo para Petroecuador, que enfrenta un déficit presupuestario que la mantiene al borde del colapso. Petroecuador no se ha beneficiado directamente de los altos precios del crudo registrados en los últimos años, debido a que debe girar ingresos directamente al Ministerio de Economía para cubrir requerimientos fiscales. Entre tanto, este país registró en mayo una deflación de 0.4%.