Llevaba 83 horas desaparecido. Ener Ovalle Fasabi había salido de su casa, en Puerto Maldonado, a las 4 a.m. del sábado 18 de febrero. Como de costumbre, manejó la moto que alquilaba para ir a trabajar y, al amanecer, dejó su último rastro en el km 115 de la carretera Interoceánica. Por una trocha de este sector, Ovalle se dirigía diariamente a un campamento de extracción de oro enclavado en La Pampa, aquel infierno de minería ilegal que corroe la Reserva Nacional de Tambopata. En tres días de búsqueda, Eloy, el padre de Ener, solo había hallado el casco y la casaca que este tenía puestos cuando se perdió. Ninguna información certera. Algunos mototaxistas de la zona le decían que el joven había vendido su moto y deambulaba ebrio. Otros, que un grupo con indumentaria militar se lo había llevado, dos kilómetros adentro, al Quemadero. Eso lo aterrorizaba.Eloy sabía que a un jornalero secuestrado semanas atrás lo torturaron e incineraron vivo allí. Su hermano, que había ido a buscarlo, fue obligado a prenderle fuego.(Edición domingo).