Si bien en el proyecto del Gasoducto Sur Peruano a relicitar se eliminó el esquema de ingresos garantizados, que implicaba el pago a la empresa a cargo del proyecto de subsidios a través de la tarifa de electricidad, ese mecanismo -reconocido como una distorsión de mercado por el propio Gobierno- se mantiene y se sigue aplicando para otros proyectos que hoy no demanda el mercado local. En efecto, para el proceso de regulación de tarifas en barra (de generación) para el periodo 2017-2021, que lleva a cabo Osinergmin, y que entrará en vigencia en mayo próximo, ese organismo ha incluido, como parte de nueva oferta de generación reconocida, a 24 proyectos de centrales eléctricas que, con inversiones que suman US$ 3,035 millones, gozan del beneficio de ingresos garantizados. Encabezan la lista el proyecto hidroeléctrico Chaglla, de Odebrecht, de US$ 1,247 millones, así como la central térmica de Ilo, que corresponde al Nodo Energético del Sur, seguido de otros 22 proyectos de pequeñas hidroeléctricas, que también recibirán ingresos garantizados como parte del beneficio que gozan los proyectos de energías renovables (RER).