EL MENSAJE ES LUCHAR CONTRA LA EXCLUSIÓN
5 de junio de 2006

A los antiapristas se les recomendó tomar Gravol si decidían marcar la estrella.A los humalistas se les prometió radicalmente refundar la República. Alos "compañeros" se les pidió serenidad si conseguían el triunfo. Ayer la reflexión quedó servida.Alan García ganó las elecciones, pero no puede olvidarse de todos lo peruanos que votaron por Ollanta Humala, quien supo imponer en la campaña y a su manera la voz de los invisibles."Lo más importante para la estabilidad y el desarrollo de la democracia es que el gobierno aprista sea sensible al significado del voto humalista. Es una alerta para producir reformas que atiendan a la población excluida, esa tiene que ser la prioridad pues es la única garantía de gobernabilidad", dice Sofía Macher, ex mimebro de la Comisión de la verdad y Reconciliación.Los analistas coinciden: o por adhesión o por hartazgo o por revancha, el candidato upepista triunfó con holgura en los departamentos más pobres del país (Huancavelica y Ayacucho, sobre todo), y con eso alertó, una vez más, sobre la desigualdad y evidente división del país.

  • [El Comercio,Pág. A 12]
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