El nivel de tensión en América del Sur llega a 750.000 voltios, mientras que en Norteamérica es de un millón y medio. En el Perú desde hace cuarenta años se mantiene en 220,000 voltios.Carlos Herrera Descalzi, ex ministro de Energía y Minas habló con EXPRESO sobre el momento que vive el sector energético. Según su óptica los problemas actuales son el preámbulo de cosas peores.Ingeniero Herrera, ¿cómo encuentra el panorama de inversiones eléctricas?Está muy mal si lo comparamos con el crecimiento del mercado. Pero tampoco es cierto lo que se ha dicho que la ley de concesiones eléctricas no obligue a invertir en ciertos sectores. ¿Cómo así?La idea es que aquellos lugares en los que hay una población que debe ser atendida por una empresa, esta tome un área de concesión.Por ejemplo supongamos que Luz del Sur tiene un área de concesión que va desde Lima hasta Pucusana, cubriendo una banda de 60 kilómetros por diez kilómetros de espesor y donde hay crecimiento de la demanda.La ley obliga a la distribuidora a tener contratos con dos años de antelación que cubra su demanda, es decir en condiciones normales.¿Y no estamos en tiempos normales?No, pues la ley ha exceptuado a las empresas distribuidoras a cumplir con esa obligación por un periodo transitorio.¿Por qué se ha cuestionado a las transmisoras?Porque para las empresas transportadoras el incentivo debería ser el factor tarifario, ya que la demanda siempre está creciendo bajando el riesgo del negocio.¿Y el factor tarifario no camina como debería?Personalmente creo que la tarifa ha sido aplicada con exceso de celo por Osinerg. No se ha tomado en cuenta que el beneficio de pagar menos es aparente si no se tienen inversiones a largo plazo.¿Por qué el déficit de inversión?Esto se remonta al 2004 cuando nos encontrábamos en un año seco, pero existía la promesa de Camisea que harán bajar las tarifas eléctricas. Las empresas generadoras tuvieron la actitud de ser proactivas a la venta y estaban dispuestas a dar tarifas por debajo de los precios regulados a condición de que les compraran por diez años.Algunas empresas distribuidoras sintieron que conforme iba avanzando el tiempo podían apretar a las empresas generadoras sacándoles mejores precios.(Edición domingo).
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