LAS COIMAS, ODEBRECHT Y EL GOBIERNO
29 de diciembre de 2016

Artículo de Opinión de Carlos Paredes. Director de INTELFIN y Profesor de la Universidad del Pacífico. Hace poco nos enteramos formalmente que Odebrecht habría coimeado a funcionarios de al menos tres gobiernos del Perú. Según fuentes de la empresa, estas coimas podrían bordear los US$ 30 millones. Sin embargo, las obras ejecutadas por Odebrecht desde el Gobierno de Toledo superan los US$ 10,000 millones y es importante recordar que esta empresa contrata con el Estado peruano desde fines de los años setenta. Es altamente probable pues, que las coimas desembolsadas por esta empresa sean mucho mayores, al menos que el coimear para contratar sea solo una práctica reciente y que la cifras reveladas por la empresa no estén subestimadas. 2. Si suponemos que la contribución de cada obra a las utilidades y gastos generales de Odebrecht es de 15%, entonces podemos concluir que estas obras le habrían generado un margen de contribución de por lo menos US$ 1,500 millones en los últimos 15 años. ¡Wow! Y coimas por US$ 30 millones solo representan 2% de este margen y menos del 0.3% del monto contratado. Doble ¡Wow! La empresa no solo habría sido muy eficiente en adjudicarse las obras públicas más importantes del país, sino que lo habría hecho incurriendo en bajísimos gastos de “facilitación” (léase coimas o gastos de corromper). ¿Es creíble? ¿O, más bien, hay que investigar y llegar al fondo? (…) 4. ¿Qué es lo que se ha encontrado en el Perú? Todavía solo indicios. El cuarto poder, la prensa, viene mostrando algunos resultados de su trabajo de investigación, pero ¿qué han hecho los poderes del Estado? Aunque pareciera que no mucho, esto no es del todo cierto. El Ejecutivo está activamente ayudando a que Odebrecht salga de forma ordenada de sus activos en nuestro país. Por ejemplo, el actual Gobierno está trabajando para que esta empresa pueda vender su participación en el Gasoducto Sur Peruano. Si se quería seguir adelante con este proyecto entonces Odebrecht debía salir; no hay duda. Pero ¿qué se va a hacer con los recursos provenientes de esa venta? ¿Se dejará todo, algo o nada en garantía de los pagos de resarcimiento que Odebrecht tendrá que hacer al Estado peruano? (…) 6. Al igual que la mujer del César, el Gobierno de PPK no solo debe ser honesto, sino parecerlo. Los escándalos de corrupción ya lo han golpeado duramente; resulta indispensable que marque distancia de las malas prácticas de esta empresa motu propio, asumiendo la defensa de los contribuyentes peruanos que no tienen por qué pagar sobrecostos artificiales. Y mejor que lo haga temprano, antes que tarde.