De algo sirvió la valla electoral, porque dados los resultados electorales del 9 de abril se requerirá del consenso multipartidario para que el nuevo Congreso, que se habrá de instalar el 27 de julio, pueda caminar.La razón es una y muy poderosa: ninguno de los siete grupos políticos que habrían alcanzando una curul para el quinquenio 2006-2011 posee los votos suficientes para imponer --por sí y ante sí-- su propia agenda legislativa.Al cierre de esta edición, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) había presentado el cómputo de las actas de votación congresal al 98,299%. Según este reporte, estaría claro que la agrupación Unión por el Perú (UPP) será la primera minoría política con 45 asientos.La seguiría el Partido Aprista Peruano (PAP) con 36 curules; esto es, ocho más de las que tuvo entre el 2001-2006.En tanto, la coalición Unidad Nacional (UN) no crecería, porque mantendría las 17 curules con los cuales originalmente se estrenó hace casi cinco años.El fujimorismo --que fue investigado por el actual Parlamento-- volvería a la palestra política con nada menos que 13 representantes, encabezados por Keiko Fujimori, la hija mayor del ex presidente Alberto Fujimori.Las otras tres fuerzas minoritarias en el hemiciclo --que no alcanzarían a tener el mínimo reglamentario de seis integrantes para participar como bancadas independientes-- serían el Frente de Centro, con cinco representantes, y Perú Posible y Restauración Nacional, con dos asientos para cada uno.