La excesiva cantidad de permisos y la ausencia de una política energética clara de aliento al gas natural, son algunos factores que disuaden el proceso de masificación.La masificación del gas natural, es decir el empleo de este hidrocarburo en los hogares para fines de calefacción o cocción, es una aspiración difícil de satisfacer por parte de los distribuidores, debido a que no representa un negocio rentable para ellos. Las cerezas de la torta para el negocio de distribución de gas (no solo en el Perú sino en todo el mundo) la constituyen siempre las centrales térmicas, las industrias y la petroquímica, que demandan ingentes volúmenes de dicho hidrocarburo. De allí, la participación del Estado a través de mecanismos orientados a rentabilizar los proyectos de conexiones domiciliarias, como el Bonogas. Luis Fernández, de Gas Energy, considera, empero, que para masificar verdaderamente el gas de Camisea hace falta una política energética clara, que apueste a fondo por el gas natural en detrimento de otras fuentes de energía (más costosas y menos abundantes), como el GLP.
- [El Comercio,Pág. 15 Día 1] /