¿Cuál era el objetivo del pompo-samente llamado debate progra-mático? La más optimista de las respuestas sería: poder oír a los técnicos explicando el cómo de aquellas promesas electorales lanzadas por los candidatos presidenciales. Sin embargo, las cabezas de los planes de gobierno del Partido Aprista Peruano (PAP) y Unión por el Perú (UPP) plantearon los objetivos que las respectivas administraciones buscarán, pero no incidieron en la forma en que los alcanzarán.El inicio del debate, a cargo de los apristas, era prometedor con un Enrique Cornejo que se esforzó por ponerse metas y montos de financiamiento. Así, permitió que los peruanos volviéramos a oír un término importado por Alan García: "invesment grade" (calificación de inversión), habló de llevar el crecimiento de la economía a 7% anual y de reducir la pobreza a la mitad. ¿Cómo?Cornejo intentó plantear que los programas de fomento de la producción se financiarían con S/.400 millones producto de la reducción de los sueldos a las autoridades elegidas, con 300 millones de la eliminación de prefecturas y subprefecturas; y con 1.500 millones que se obtengan con una mayor eficiencia del Estado.En lo referente a política económica, no se esperaba nada nuevo. Sí había expectativa respecto de la denominada nacionalización de los recursos naturales por parte de UPP. El responsable de despejar las dudas sería Teófilo Casas Rivas. No pudo. Solo se limitó a señalar que la nacionalización consistía en poner los recursos naturales al servicio de los intereses de todos los peruanos. También negó que la nacionalización consista en estatizar o en expropiar.