En momentos en que existe incertidumbre sobre el cierre financiero para el Gasoducto Sur Peruano (GSP), y que el Gobierno no ha descartado -si no se logra ese paso finalir a una nueva licitación para concretar ese proyecto, el titular de Termochilca, Juan Alberto Fernández, considera que el esquema por el cual se le dieron ingresos garantizados vía tarifas eléctricas, no es un mecanismo que sea irreversible. En principio, consideró que hay diversas formas de transportar el gas natural al sur, no solo en ductos, sino en camiones mediante el gas natural comprimido o licuefactado, pues hoy en el país se transporta hasta 1 millón de metros cúbicos por día de esa forma. Además, señaló que el precio de transporte de gas natural por el GSP, que es de US$ 3.5 por millón de BTU (según Osinergmin), al resultar más caro si se lo compara con costo de transporte del gasoducto de Camisea (US$1 por millón de BTU), ocasiona que sean inviable otros proyectos relacionados."Es un precio excesivamente caro", anotó, y recordó que, en el caso de las térmicas del nodo energético del sur, si bien van a pagar los US$ 3.5 por millón de BTU, en la práctica pagarán solo US$ 1.00, porque la diferencia la pagarán los consumidores, por efecto del esquema de ingresos garantizados de que goza ese nodo energético.