COMUNIQUEMOS LOS CAMBIOS EN EL SECTOR ENERGÉTICO
27 de noviembre de 2016

El sector de hidrocarburos en el país atraviesa tiempos muy difíciles. El promedio nacional de producción de petróleo a principios del 2016 era de 60.000 barriles por día, mientras que el consumo de productos combustibles en el país es de 240.000 barriles diarios. La entrada en producción de los campos de gas natural de Camisea en el 2004 cambió la matriz energética y mejoró la balanza comercial del sector.Las dos principales refinerías, una en Talara operada por Petro-Perú en un proceso de modernización y la otra en el Callao operada por la empresa privada y recientemente modernizada, tendrían una capacidad de procesamiento mayor a 180.000 barriles. Ambas importan petróleo para completar la producción nacional.La caída del precio del petróleo en los mercados internacionales ha impactado negativamente en exploración por nuevas áreas y en la explotación de los campos existentes. Es un resultado directo de la sobreoferta en la producción mundial convencional, la aplicación de tecnología disruptiva en la producción de los esquistos de gas y de petróleo en EE.UU. y una menor demanda de hidrocarburos de China y el Sudeste Asiático.El Perú tiene un vasto territorio por explorar para poner en valor los recursos naturales y generar así ingresos que impulsan la economía. Qué importante es contar con un plan energético donde se estructuren las posibles fuentes energéticas, los requerimientos, las necesidades y los tiempos de realización para los próximos 10, 25 y 50 años. El tiempo corre, la tecnología avanza y el Perú podría perder la oportunidad para poner en valor sus recursos naturales si no toma un liderazgo en contar con un marco contractual para las inversiones que sea competitivo, responsable y estable.Sin embargo, los eventos relacionados con el sector de hidrocarburos que se han dado en el Perú parecieran no tener la atención adecuada por parte de las partes interesadas. Un oleoducto de edad madura, sin plan de sostenibilidad en el tiempo, se vio afectado inicialmente por el desgaste del uso y la falta de atención y, luego por el impacto de terceros buscando, como aves de rapiña sin importarles el daño ambiental, su propio provecho en desmedro de toda una región.Hoy, la producción de petróleo de la región Loreto está paralizada. Esto afecta a las empresas operadoras, trabajadores y, más importante aún, la recaudación del canon por producción para la región. La solución no es una y tampoco inmediata en un contexto de precios bajos, campos con producción en declinación fi nal, altos costos operativos y una región sin actividad exploratoria. En paralelo, están las expectativas creadas por el gasoducto sur peruano, un proyecto que aún requiere que se analicen todos los ángulos y riesgos del negocio, pero que se presenta como la piedra angula de la economía del sur.Es importante comunicar clara y correctamente los análisis económicos de los proyectos y que contemplen el valor realizable así como el impacto económico y bienestar social. Los eslabones de la cadena del proyecto deben estar bien identificados: el suministro del recurso; la definición y diseño de la infraestructura requerida y; los mercados potenciales. El riesgo del proyecto depende de cuán fuertes sean los eslabones y pareciera que se necesitara mejor análisis para que los eslabones del gasoducto se sostengan en el tiempo. Campañas de exploración realizadas hace más de cuatro años hallaron nuevas reservas de gas cercanas a Camisea; esta semana esto se confirmó y se requerirán nuevas inversiones para ponerlas en producción. Se necesita infraestructura que permita transportar el gas al mercado consumidor a un costo competitivo. Hoy, temas distintos a la ingeniería pero críticos en el comportamiento de las actividades como la transparencia y claridad en los negocios ponen en suspenso la construcción del gasoducto.En cuanto al mercado inicial que incentive el uso del gas natural, se cuenta con una reserva de generación térmica en el sur que en un futuro, con el crecimiento de la demanda y la economía sería un consumidor de gas natural.Los megaproyectos toman tiempo, compromiso y planeación y, en un mundo globalizado, se deben considerar los efectos externos en los planes internos, señala Bárbara Bruce, consultora en temas de hidrocarburos.

  • [El Comercio,Pág. 27]
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