¿Puede alguien imaginarse que un despacho presidencial de cualquier país pobre, en el que casi dos tercios de su población vive en pobreza o pobreza extrema, pueda gastar más de 100 mil soles diarios? Sólo en el Perú puede suceder esto, más aún si en Palacio de Gobierno se encuentra Alejandro Toledo, un presidente que pasará a la historia por su frivolidad y su escandaloso derroche de dinero público.A finales del año pasado, el Congreso de la República aprobó un presupuesto para el pliego de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) de 786 millones 568 mil 905 soles, de los que 38 millones 559 mil 464 fueron a las arcas del Despacho Presidencial, asignados íntegramente a la administración que apoya las actividades del jefe de Estado.