Aunque se ha señalado que a partir del próximo año ya podrían reiniciar las obras para materializar la construcción del Gasoducto Sur Peruano (GSP), luego de que Odebrecht aceptara transferir su participación al consorcio Sempra-Techint, aún no se termina la polémica en torno a esa megaobra adjudicada durante el gobierno de Ollanta Humala.Y es que en el marco del proyecto inicial se generó otro emprendimiento paralelo, el del Nodo Energético Sur, a través del cual se ha subvencionado la construcción de generadoras eléctricas en los puertos de Ilo (Moquegua) y Mollendo (Arequipa), a fin de que sean alimentadas con el suministro del gasoducto y de este modo reforzar la seguridad energética de esa parte del país.La obra fue adjudicada por Proinversión en noviembre de 2013. Resultaron ganadoras las empresas Enersur, de capitales belgas, para construir la central de Ilo; y la israelí Samay, que se hizo con la de Moquegua. El contrato estableció una capacidad de 500 MW para cada una de estas generadoras, una de las cuales ya funciona parcialmente.El 23 de julio de 2014 se firmó el contrato "Mejoras a la seguridad energética del país y desarrollo del Gasoducto Sur Peruano" con la empresa concesionaria Gasoducto Sur Peruano S.A., liderada por Odebrecht. En el anexo 10-A del documento se establece que, dentro de los consumidores iniciales, se incluya a los del Nodo Energético Sur, con una capacidad de transporte de 600 MW conforme a los alcances contemplados en sus respectivos contratos.En ese mismo listado de consumidores iniciales aparecen luego, con pequeñísimas cantidades, otros generadores y clientes industriales. Entonces, ¿a quiénes va a beneficiar realmente el suministro del Gasoducto? ¿Qué proyectan hacer las empresas del Nodo Sur con la enorme inversión que ya estamos subvencionando en nuestros recibos de luz?Esto ha llevado a sospechar que Enersur (hoy Engie Energía Perú S. A.) y Samay 1 serán las generadoras eléctricas que finalmente van a exportar esa producción a Chile, gracias a ese proyecto energético de 7,200 millones de dólares. La más propicia para ello sería la central de Ilo, que es la más cercana al territorio chileno.