La tarea de la OPEP de intentar subir los precios del crudo se ha vuelto mucho más compleja tras la victoria de Donald Trump en la carrera a la Casa Blanca, dado que el grupo de 14 países productores de petróleo tendrá que lidiar con un panorama más sombrío sobre la economía mundial y una demanda más débil. También se enfrenta a una proyección de mayor bombeo de crudo en Estados Unidos -un importante revés para la Organización de Países Exportadores de Petróleo-,dado el compromiso de Trump de abrir todos los suelos y aguas federales a la exploración de combustibles fósiles.