Nuevamente la tranquilidad ciudadana, así como la integridad física de periodistas y policías, se ha visto seriamente perturbada por un personaje que amenaza convertirse en la antítesis de lo que debiera ser un político ejemplar.Se trata de Daniel Abugattas, un personaje mediocre y fracasado en su vida profesional, que ahora se cobijará en el Congreso y que daña la imagen de su partido y del país. Encima de todo, cuando la ciudadanía ha sido testigo directo de su violenta agresión a policías y periodistas --uno de ellos de esta casa editora y una reportera de PanamericanaTelevisión--, adopta la cobarde estrategia de echarles la culpa y escapar de cualquier responsabilidad. Al parecer, Abugattas, cuya autoridad moral está por los suelos, ha sido prohijado por el candidato Ollanta Humala sin ninguna condición, simplemente por servir como fuerza de choque para defender lo indefendible. Así lo demuestra la impunidad con que sigue actuando hasta ahora: luego de amenazar a un grupo de estudiantes, difamar a otros periodistas e insultar soezmente a la primera dama, fue separado de su condición de vocero, pero la recuperó de facto al poco tiempo sin mediar ninguna explicación y menos una sanción.¿Es este el tipo de partido y de políticos que quiere imponernos el 'nacionalismo'? ¿Son estos los políticos no tradicionales que quieren cambiar al Perú? ¿De qué tipo de cambio estaríamos hablando? ¿De una recusación de las normas de civilidad y tolerancia y del retorno de la sinrazón de la violencia por parte de energúmenos desquiciados y autoritarios? El país entero rechaza este esquema de conducta y exige explicación y sanción severísima para quienes avergüenzan la política y la función pública. Aparte de las denuncias judiciales que correspondan, la ciudadanía espera aún un pronunciamiento del más alto dirigente de su partido, cuya imagen está siendo terriblemente dañada por la repudiable conducta de un intolerante y grosero como el señor Abugattas.