La interferencia en el proceso electoral en curso del procesado Alberto Fujimori fue lo que motivó que el presidente Alejandro Toledo se pusiera en contacto, durante el fin de semana, con su colega de Chile Michelle Bachelet para ver la manera de evitar que realice declaraciones políticas. Las gestiones iniciadas desde Lima tuvieron un final satisfactorio. Ayer Carmen Daneri, jefa del Departamento de Extranjería del Ministerio del Interior de Chile, concurrió hasta la casa arrendada por Fujimori en el barrio residencial de Las Condes y entregó al ex gobernante un documento en el que se establecen las condiciones para su permanencia en Chile, las cuales incluyen la prohibición de actividades políticas.El ministro del Interior de Chile, Andrés Zaldívar, justificó la orden dada a esta dependencia para que notifique al ex presidente de los inconvenientes de sus declaraciones de la siguiente manera: "Yo hace pocos minutos ordené que la jefa de extranjería más dos personas de investigaciones se apersonaran a Fujimori para notificarlo que tiene que mantener una conducta acorde con las exigencias de la ley chilena y las reglamentaciones de extranjería. En ese sentido vamos a ser muy estrictos".Agregó que Fujimori tiene la obligación de respetar la ley interna chilena que impide a los extranjeros realizar declaraciones políticas.