La permanente injerencia de Hugo Chávez en los países de Latinoamérica tuvo por primera vez una reacción del presidente de Estados Unidos. George W. Bush expresó su preocupación por la permanente intromisión del presidente venezolano en los asuntos internos de Perú y Nicaragua.En una actividad en Chicago, el presidente Bush afirmó que interferir en las elecciones de otros países para lograr objetivos a corto plazo no es algo que beneficie al continente. Es la primera vez que el mandatario estadounidense se pronuncia sobre la injerencia de Chávez en Perú y Nicaragua, donde éste dio su apoyo al nacionalista Ollanta Humala y al ex presidente sandinista Daniel Ortega, respectivamente. Washington considera a Chávez como una mala influencia en Sudamérica y un presidente que no está comprometido con la lucha contra el terrorismo internacional.