Es uno de los dos representantes de Apurímac en el Congreso de la República y tiene claro el papel del Estado ante los recientes reclamos de las comunidades ubicadas en los alrededores del yacimiento minero Las Bambas. Dalmiro Palomino dialogó con Expreso y denunció la presencia de agitadores profesionales que azuzan a los pobladores para ponerlos contra la empresa cuando hay mucha responsabilidad del Gobierno por no cumplir con los ofrecimientos. "Nuestra población es consciente de que el yacimiento minero no puede parar. No puede haber un Conga 2. Ellos solo quieren que se cumpla con los acuerdos firmados y que la presencia del Estado en la zona sea permanente", manifestó. Según Palomino Ortiz, los agitadores están plenamente identificados y operan en cuatro comunidades cuyos dirigentes se han dejado influenciar por personas que tienen otros objetivos.