"Hay que establecer una clara identificación y hacer seguimiento a los agitadores, que son los mismos de siempre. El gobierno los debe tener perfectamente identificados para tenerlos bajo control. Argumentan que están en una sola zona, pero en realidad recorren diferentes lugares del país en su afán político.Aparentan una causa social pero en el fondo lo que buscan es lucro económico, agitando a comuneros para enfrentarlos con la Policía. En todo esto están dos hermanos abogados cuyos nombres prefiero guardarlos en reserva".Así, contundente y severo, fue el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Carlos Gálvez Pinillos, al pronunciarse sobre el conflicto en Las Bambas, la cual, dijo, no es una sorpresa que se produzcan estos hechos revoltosos. "Estaba preanunciado, son los revoltosos de siempre y la toma de vías de transporte se produciría para impedir el paso. Esta vez, primero escogieron la selva como punto de colisión y luego querrán incursionar dentro del país y hacer crecer su presencia en el corredor del sur, dentro del cual está el emblemático proyecto minero Las Bambas", indicó.Gálvez Pinillos aseveró que estos conflictos no pueden detener el desarrollo de la minería y que se debe imponer el imperio de la ley y el respeto absoluto a la institucionalidad democrática."Escuché por la televisión que la mayoría de la población solo habla quechua y que, además, han sido sorprendidos ya que no entienden los acuerdos a los que llegaron con la empresa. Pero, sin embargo, presentan un acta en la que exigen 100 millones de dólares", señaló.Agregó que estos conflictos más que afectar al gobierno, afectan a la Nación en general. "Somos 30 millones de peruanos que nos vemos afectados y entre esos 30 millones hay 22 % de población en condición de pobreza que está a la espera de beneficios que genere la actividad económica de las empresas, y por un puñado de gente que no quiere respetar la ley se va a afectar a millones de pobres".