La intervención policial, el 14 de octubre, en la zona cercana a la mina Las Bambas, en Apurímac, que produjo la muerte del comunero y 20 agentes heridos, "cambió dramáticamente" la situación que se estaba generando en la zona en base a los acuerdos que se iban logrando, sostuvo el ministro del Interior, Carlos Basombrío. Durante su presentación ante la Comisión de Defensa del Congreso, señaló que el 12 de octubre, en una reunión entre los comuneros del lugar y representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros y de sus autoridades locales, se había acordado reunirse nuevamente el 25 de octubre. En el interín, entre los días 20 y 22, se realizarían diversas mesas de trabajo, explicó.Sin embargo, la intervención dispuesta por el coronel Juan Sarango, jefe de la Unidad de Planeamiento Operativo, para desalojar a los comuneros que se encontraban en una vía que conducía hacia la mina, hizo que la situación cambiara "dramáticamente". Dicha acción derivó en un enfrentamiento que produjo la muerte de una persona y heridos una veintena de oficiales de la Policía Nacional, dos de ellos muy graves.Tanto en su presentación ante la Comisión de Defensa, como en su comparecencia ante la de Energía y Minas, efectuada horas antes, Basombrío señaló que Sarango aplicó un plan de operaciones elaborado por el Estado Mayor de la Región Policial Apurímac, sin consultar a los mandos correspondientes.Con ello coincidió el informe presentado por el director general de la Policía Nacional, Vicente Romero.