"HAY GENTE QUE NO PAGA EL AGUA, PERO SÍ S/. 80 POR UN CELULAR"
18 de septiembre de 2016

Agua y saneamiento es el peor servicio público del país y por eso es un punto ineludible en la agenda de PPK. "Los servicios en este momento no son sostenibles en ninguna ciudad del país", sentencia el ministro de Vivienda, Edmer Trujillo.A inicios de año, el OTASS, el organismo técnico encargado de acompañar la gestión de las empresas prestadoras del servicio de saneamiento (EPS), reveló que el 70% de estas tiene problemas de sostenibilidad financiera.Pese a la crítica situación, Trujillo afirma que el gobierno no privatizará ni dará en concesión la prestación del servicio.¿Cuáles serán las líneas de trabajo de su gestión?Tenemos que seguir haciendo inversiones eficientes. Esto significa inversiones que cierren brechas, que mejoren la calidad del servicio y que protejan el medio ambiente. También tenemos que trabajar el fortalecimiento de los operadores: las EPS, municipios y juntas administradoras de servicios de saneamiento (JASS). Pero eso debe tener una correspondencia en la tarifa. La población que recibe ese servicio tiene que pagar por ello. Esto de hacer populismo con el agua debe quedar afuera. No cabe duda de que el agua es un derecho humano, pero abrir el caño y que el agua caiga tiene un costo. Alguien tiene que asumirlo. ¿Cómo se resolverá el problema de la tarifa?El rol del regulador es fundamental (Sunass). Lo mínimo que debiera garantizarse con la tarifa son los costos de operación y mantenimiento. Pero eso no sucede. La tarifa tiene que sincerarse y progresivamente asumir el valor real. Y ahí seamos claros. Reitero: ya es momento de dejar de hacer politiquería con el agua. Hay mucha gente humilde que tiene telefonía móvil, que se resiste a pagar el agua, pero sí paga S/50, S/70, S/80 por un celular. Y esas cantidades son el doble o triple de lo que pagaría por agua.¿Cómo se dará el sinceramiento?Hemos caído en un círculo vicioso, en el que la población se resiste a pagar por el servicio y, por el otro lado, quien brinda el servicio dice que no puede mejorarlo porque no le pagan. Ese círculo se rompe con inversión. Cuando el servicio mejora, obviamente tiene que tener su contraparte en la tarifa.(Edición domingo).