Si bien el país tiene un excedente del 52% en su capacidad para generar electricidad, tal sobreoferta solo beneficia a una pequeña parte de consumidores de esa energía: las grandes empresas que tienen capacidad para negociar precios de la electricidad con las generadoras.Así, los precios que ese tipos de usuarios, conocidos como clientes libres, pagan a las firmas generadoras por esa energía, son actualmente entre 20% a 30% más reducidos que las tarifas de electricidad que pagan los consumidores regulados, según observa Rafael Laca, experto en temas energéticos.A comienzos de año, un cliente libre pagaba en promedio US$ 30 por megavatio por hora (MW/h) y el usuario regulado pagaba en promedio US$ 65 por el mismo MW/h. El primero de los mencionados es el precio real, que ha caído debido a la sobreoferta existente.