La atractiva propuesta vino de Ollanta Humala: bajar el precio de la gasolina en un 30%, quitándole el impuesto selectivo al consumo (ISC). La réplica del rival, Alan García Pérez, resultó casi inmediata. "Es un tremendo engaño", declaró el candidato presidencial del APRA. Según Humala, la gasolina no tendría que ser afectada con el ISC pues no se trata de un bien suntuario. Pero García no criticó la justicia de la propuesta sino su viabilidad. Para el Apra existen otras alternativas. Explicó que si el Estado dejara de percibir esos recursos se tendría que "expulsar" o "despedir" a cientos de trabajadores públicos, contratados bajo el sistema de servicios no personales, pues no habría cómo pagarles. "Lo que ha planteado (Humala) es una irresponsabilidad", declaró.