Los pobladores de la comunidad nativa de Nueva Alianza, en el distrito de Urarinas (Loreto), no permiten que el personal de la empresa Lamor -contratada por Petro-Perú- ingrese a la zona donde el domingo ocurrieron dos derrames de petróleo para realizar los trabajos de limpieza.El alcalde de Urarinas, César Marquillo, indicó a El Comercio que la comunidad continuará con esa medida de fuerza hasta que representantes de la empresa petrolera lleguen a la zona y expliquen las causas del accidente. Las fugas del crudo, el quinto incidente de su tipo en lo que va del año, se registraron en los kilómetros 54,2 y 55,5 del tramo I del Oleoducto Norperuano."Lo que la gente está pidiendo es que Petro-Perú explique por qué se ha dado los derrames. Ya tienen antecedentes con lo que pasó en Cuninico", dijo Marquillo. Petro-Perú informó que, pese a que la comunidad impide el ingreso de los trabajadores de Lamor, su empresa "está abierta al diálogo".