EL CAMPAMENTO MINERO LA ZANJA QUEDÓ EN CENIZAS
19 de noviembre de 2004

Un pequeño módulo sirve de refugio a unos 150 policías que ahora custodian lo que quedó del campamento minero La Zanja, en el distrito de Pulán, provincia cajamarquina de Santa Cruz, el cual fue atacado el último martes por comuneros que se oponen a la explotación minera. Los más afectados son unos cien trabajadores que vieron convertirse en cenizas sus puestos de trabajo. Un grupo de revoltosos se ha dirigido al poblado de San Miguel para pedir la liberación de los 18 comuneros que la policía logró detener. En Lima, la empresa minera Buenaventura indicó que no se retirará de la zona. Denunciarán a responsables del ataque.