El expediente que se abrió en la Justicia Militar en el año 2000, tras la sublevación del comandante EP Ollanta Humala y su hermano Antauro, fue guardado bajo siete llaves. Un extraño espíritu de cuerpo ha venido protegiendo en fueros militares al hoy candidato nacionalista.Pero La Primera obtuvo copias de algunas declaraciones instructivas -hasta hoy no conocidas- que forman parte del documento y encontró varios detalles reveladores.La Primera consiguió las declaraciones de Julián Cayo Condori y Ronald Elvis Gutiérrez Laura, dos soldados que estuvieron con Ollanta Humala desde su salida del Fuerte Arica, el 28 de octubre de 2000, hasta unos días después, en que lograron escapar. Julián Cayo Condori fue interrogado el 6 de noviembre de 2000 por un juez militar en Moquegua. El soldado tenía 19 años, tercero de secundaria y apenas dos meses en el servicio militar. Cuando le preguntaron si sabía que estaba procesado con Ollanta Humala y otros por rebelión, dijo que no.Cayo Condori empezó a narrar su experiencia así: "El sábado 28 estaba en la cuadra realizando las actividades cotidianas de limpieza y jugando pelota toda la mañana.Siendo aproximadamente las 2 de la madrugada ingresó el comandante Humala ordenando equiparse para ir de paseo al Alto de la Alianza, después rompió el candado del almacén para sacar los fusiles". Cayo no sabía que participaba de una rebelión. Sólo seguía órdenes de un superior. Según Cayo, al aproximarse al pueblo de Calacoa, Antauro se fue con parte de la tropa y mientras "el Comandante mandó preparar desayuno y comida para todos (…).Siendo las 13 horas apareció un helicóptero y el comandante ordenó que si se descendía teníamos que pararnos frente y sólo con una señal disparar, pero no paró, seguía sobrevolando".Luego, Cayo cuenta un incidente que apunta a que Ollanta habría dispuesto de dinero para financiar su revolución: "El Comandante mandó a los civiles a comprar ropa, entregando doscientos nuevos soles y no regresaron".Para el 31 de octubre, la travesía de Cayo Condori iba llegando a su fin. Después de pasar el pueblo de Carumas se encontraron con -dos periodistas de un canal de televisión, entrevistaron al Comandante Humala dentro de la combi-.Luego regresaron a Moquegua, donde, según Cayo, Ollanta Humala le dio 20 soles para que se regresara a Arequipa.