Menos de una semana ha necesitado Alan García para calentar motores e iniciar con fuerza la segunda vuelta electoral. Así, después de unos días marcados por el "efecto Evo Morales" y la nacionalización del gas en Bolivia, el candidato del Apra pisó ayer el acelerador, y en una de sus jornadas maratónicas ofreció a empresarios y transportistas una larga batería de medidas para mejorar sus actuales condiciones laborales.Hubo planes y propuestas para todos los gustos, pero un único denominador común: el impulso de las pequeñas y medianas empresas (Pymes). Uno de los caballitos de batalla de García durante la primera vuelta, que ayer volvió a recuperar protagonismo en el Parque Industrial de Villa El Salvador.La segunda promesa fuerte de la jornada, no obstante, llegó ya en la noche, cuando el líder aprista se reunió con los transportistas y taxistas de Lima y Callao en el Centro de Convenciones Crillón. Una ocasión en la que el compromiso también tuvo nombre propio, "Mi Pensión", arropado por otra larga lista de ofrecimientos.García habló de la necesidad de crear un sistema previsional para los transportistas jubilados basado en los 700 mil millones de soles que estos pagan en concepto de impuestos selectivos al consumo cuando compran combustible.