HIDROCARBUROS: CAMBIANDO LAS REGLAS DE JUEGO
8 de mayo de 2006

El presidente Morales cumplió su promesa de campaña: confiscó la producción de los hidrocarburos a las empresas que operan en Bolivia. Mediante una norma incompleta y poco clara, cambió el régimen hidrocarburífero otra vez en Bolivia. Por lo que se sabe, parecería que el Estado Boliviano será dueño del hidrocarburo una vez extraído, permitiendo una participación privada de hasta 18%. En el Perú hay los que plantean nacionalizar los recursos naturales y los recursos estratégicos. No es claro, por supuesto, cuáles son éstos. Podría estarse hablando de minería, hidrocarburos, pesca, aguas, espectro radioeléctrico, espacio aéreo y cualquier actividad que "alguien" catalogue como estratégica. En cualquier caso, lo que parece que se ha dicho sobre los hidrocarburos es que el privado explorará, los encontrará y en ese momento el Estado entrará en algún tipo de asociación con el privado por la cual devolverá su parte de la exploración compartiendo la propiedad del hidrocarburo en algún porcentaje. Se parece en algo al contrato de asociación que hubo en Colombia. Los países son libres de hacer lo que quieran dentro de sus normas legales y son libres de cambiarlas cuando quieran, dentro de los parámetros que se fijan para ello. Si quien gobierne el Perú quiere cambiar las reglas sobre hidrocarburos, tendrá que modificar la Ley Orgánica de Hidrocarburos (Ley 26221), para lo que requiere 61 votos en dos votaciones consecutivas. ¿Qué significa esto? Que se necesita consenso para lo que pretende hacer, pasando por convencer que la propuesta de desarrollo hidrocarburífero no es un capricho, sino que será lo mejor para el país. Claro, este procedimiento legal se puede obviar si no se respetan las leyes y se puede imponer el modelo que uno quiera en cualquier actividad económica.Hay que tomar en cuenta que lo que ha hecho que la actividad petrolera progrese en nuestro país han sido las reglas estables en el tiempo. Esto, por supuesto, no quiere decir que no se puedan cambiar las mismas: lo que no se puede cambiar es el "modelo", porque volveríamos a un período de incertidumbre que requerirá de tiempo y resultados para lograr credibilidad en este nuevo modelo, pero sobre todo debemos preguntarnos: ¿cuánto durará este nuevo modelo hasta que de nuevo sea cambiado? ¿Tendrá resultados económicos positivos? Los contratos sí pueden ser renegociados, previo acuerdo de las partes. Sí se cambian, a pedido de una u otra parte. Pero los cambios no se imponen; se negocian. Un pozo de exploración en la Selva cuesta aproximadamente 30 millones de dólares. La etapa de descubrimiento dura como cinco años, luego hay que definir las reservas, establecer la masa crítica, ver cómo se transporta al mercado y, de ser el caso, construir ductos. Son cinco años más. Allí empiezo a recuperar mi inversión. ¿Alguien puede creer que por más hidrocarburos que haya en el subsuelo se invierte esta cantidad sin saber qué va a pasar? No. El mejor ejemplo es Camisea, que pasó más de 20 años enterrada. No saben lo que dicen los que sostienen que por el solo hecho de tener recursos las empresas vendrán al Perú. No es así. Recursos hay también en países con estabilidad jurídica y modelos de largo plazo. Quienes nos gobiernen en los próximos cinco años deben abordar este tema con seriedad. Es mucho más importante tener empresas que paguen regalías, impuesto a la renta, generen canon y den trabajo, que tener el hidrocarburo enterrado. Estos parámetros se pueden revisar, pero no es adecuado cambiar el modelo. No vaya a ser que de nuevo nos estemos equivocando por tratar de inventar la pólvora o de seguir ejemplos que no sabemos en qué acabarán, señala Cecilia Blume.