Los gobiernos de Europa analizan la posibilidad de imponer un impuesto a las ganancias inesperadas de las compañías petroleras. En Estados Unidos también se debate su aplicación.Prueba de estas sobreganancias astronómicas se reportan en el primer trimestre del año. La anglo-holandesa Shell registró en ese periodo ganancias por US$ 6,090 millones, mientras que las utilidades de otra empresa, Total, ascendieron a US$ 4,650 millones.En el plano local, la propuesta fue puesta sobre el tapete en la actual campaña electoral. Sin embargo, más allá del debate político, expertos en el tema coinciden en la viabilidad de aplicar un impuesto a las sobreganancias petroleras.¿Existe justificación económica para implementarla? Jorge Manco Zaconetti, investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cree que sí porque, en su opinión, el costo total de producción de un barril de petróleo fluctúa entre US$ 15 y US$ 25, mientras que su cotización a nivel internacional es de US$ 70, lo que evidencia un alto margen de ganancias de las petroleras.También es cierto que el Estado recibe más por concepto de regalías, 30% en promedio sobre el precio, pero el pago del Impuesto a la Renta no es tan elevado porque las pérdidas registradas en los lotes de exploración son deducidas de las ganancias de los lotes rentables.(Edición domingo).