Desde el año pasado la economía peruana ha comenzado a mostrar un comportamiento ‘dual’, con una actividad creciendo gracias a la minería, pero con una demanda interna no solo débil, sino enfriándose cada vez más. De acuerdo con las últimas cifras del Banco Central de Reserva (BCRP), la demanda interna en el primer trimestre creció solamente 1.9%, su ritmo más débil en casi dos años. En el segundo trimestre del 2014, la variable creció 1.3%. Estos datos confirman una debilidad totalmente disociada del importante dinamismo que exhiben los sectores primarios.