La venta de sus centrales en Chile y el Perú, donde tiene unos 930 MW instalados, en un solo paquete sería una de las alternativas que la estadounidense Duke Energy estaría barajando para desprenderse de sus activos en esta parte de la región. La firma, que ya anunció que venderá la mayor parte de su negocio de generación fuera de EE.UU. para concentrarse en el área regulada, está en conversaciones con varios actores, aunque aún no hay claridad sobre cuánto demorará el proceso de enajenación de los activos, que incluye también sus operaciones en Centroamérica.