Cuando Lourdes Flores afirma que ha perdido en la mesa, pero no en las urnas, está diciendo, en la práctica, que le han birlado el pase a la segunda vuelta. Por supuesto, nada hay de reprochable en que lo exprese si así lo piensa. Muere en su ley y eso, tan poco frecuente en el Perú, merece destacarse.Más allá de su voluntad, sin embargo, el mensaje entre líneas puede descentrar el escenario previsto para la segunda vuelta en lo que a sus protagonistas se refiere. ¿Quién le ha sustraído el pase a la segunda vuelta? ¿Acaso el gobierno, por más que le haya lanzado merecidos dardos a la Cancillería? Sin duda que no.¿El humalismo y su "bien montada" red de personeros? No se asoma por allí tampoco el culpable. Sin decirlo, está claro que las miradas no podrán evitar depositarse en el APRA.La tesis simplona de que los votos de la centroderecha optarán, así sea tapándose la nariz, por Alan García en la segunda vuelta antes que por Ollanta Humala no es un axioma en el cual el aprismo deba confiar.La frustración electoral de los tres millones de votantes por Unidad Nacional ha encontrado un supuesto culpable y no va a ser fácil que así nomás deje de pasar la factura correspondiente.Entre el temor a Humala y el rencor contra García no hay una elección tan sencilla como la razón pudiera indicar. Humala ha demostrado, además, no ser manco ni tonto y sabe hacer política como el más experimentado (un balance de los errores de su campaña termina conduciendo a sus allegados antes que a él mismo).Y García, si bien es un político probadamente hábil y está más cuajado que hace cinco años, tiene un pasivo inalterable que seguirá pesando sobre él mientras no logre hacer un segundo gobierno que borre el primero.El electorado de Unidad Nacional va a ser el fiel de la balanza. El gran definidor será el ciudadano que votó por Lourdes Flores y que hoy debe mirar con poca simpatía a los "responsables" de su derrota.También se han escuchado palabras de la lideresa de Unidad Nacional criticando el modelo de Humala, pero la gran inquietud es si ellas pesarán más que el otro mensaje, señala el director del diario La Primera, Juan Carlos Tafur.