"Estamos suspendiendo cualquier posibilidad de inversión". Esto lo dijo Sergio Gabrielli, presidente de la petrolera brasileña Petrobras, y sostuvo que no es una represalia, sino el producto de un largo análisis de las condiciones actuales en Bolivia tras el anuncio del gobierno del presidente Evo Morales el pasado lunes de nacionalizar los hidrocarburos. Gabrielli afirmó su posición de no aceptar de ninguna manera un incremento del precio de venta del gas de ese país.Aunque se animó a decir que Petrobras respeta las leyes de ese país --"La nacionalización es el derecho soberano del pueblo boliviano"-- aseguró que la empresa fue sorprendida por el anuncio y el despliegue en sus instalaciones de fuerzas militares. Petrobras había ofrecido desde el año pasado ampliar la capacidad de producción de gas en 15 millones de metros cúbicos adicionales (actualmente la capacidad llega a 42 millones). Esa oferta queda ahora descartada. Gabrielli no dijo el monto de las inversiones previstas pero estas iban a destinarse a producir fertilizantes y aumentar la red de distribución interna de combustibles.