DECISIÓN DE BOLIVIA PRECIPITA REUNIÓN EVO, LULA, KIRCHNER Y CHÁVEZ
3 de mayo de 2006

Aunque las reacciones fueron disímiles, voceros de diversos países dejaron traslucir ayer sentimientos de sorpresa y molestia por la decisión del presidente de Bolivia, Evo Morales, de nacionalizar sus recursos hidroenergéticos. El portavoz de la oficina de prensa del Ministerio de Energía y Minas de Brasil, Silas Rondeau, calificó la decisión boliviana como "un gesto no amistoso" que puede ser interpretado como una ruptura de los entendimientos que mantenían con La Paz. Fue tanta la desazón de Brasil que su presidente, Luis Inácio Lula da Silva, decidió iniciar una ronda de consultas con otros jefes de Estado sobre el tema. El gigante de Sudamérica fue afectado con la nacionalización de sus dos refinerías, que estaban a cargo de Petrobras, y podría perder 1,500 millones de dólares. La reacción de Argentina (otra afectada) fue, por ahora, de cautela. Sin embargo, su respuesta estaría supeditada a la reunión que sostendrá su mandatario, Néstor Kirchner, con Lula y Evo Morales, mañana, en Iguazú. Hugo Chávez también se uniría al grupo.