Uno de los hechos menos notorios del proceso electoral en marcha, pero no por ello menos interesantes, es el perfil bajo en el que se ha sumergido el Gobierno.Curiosamente, es entonces cuando le ha empezado a ir mejor, al punto que la aprobación al desempeño presidencial de Alejandro Toledo ha mantenido una senda ascendente llegando a alrededor del veinte por ciento.La explicación de este hecho radica, por un lado, en que, luego de la renuncia de sus dos candidatos presidenciales -Jeanette Enmanuel y Rafael Belaunde-, fue obvio que Perú Posible no tendría una presencia electoral relevante. Ayer, sin embargo, se confirmó que el partido oficialista había superado la valla del cuatro por ciento para lograr una participación -muy pequeña- en el próximo Congreso.Lo anterior, junto con el preferente interés de los medios por la elección, en perjuicio de asuntos como el desempeño gubernamental, ha contribuido a que la administración del presidente Toledo pase a un segundo plano.Salvo algunos hechos puntuales, como la defensa del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos o las respuestas indispensables a los exabruptos de Hugo Chávez y Evo Morales, el Gobierno brilla por su ausencia y los titulares de los ministerios están pasando casi desapercibidos.Quizá, incluso, varios hayan olvidado que el presidente del Consejo de Ministros es el señor Pedro Pablo Kuczynski, quien prácticamente ha fondeado su presencia pública durante por lo menos el último par de meses.No está mal que sea así. Al contrario, lo mejor que ha podido hacer el Gobierno durante el tramo final de la campaña es ceder el protagonismo a los candidatos y ponerse en el balcón a observar la 'fiesta electoral'.Así debería comportarse durante la segunda vuelta. Al término de la misma, quizá sea el momento oportuno para que el Gobierno recobre una mayor presencia. Por un lado, con el fin de concretar su última decisión relevante: la ratificación del TLC en el Congreso. Por el otro, para proceder a una transición ordenada del poder a quien finalmente gane la elección, señala el director de Perú 21, Augusto Alvarez Rodrich.