PETROLEROS BUSCAN SALIDAS A CRISIS DE OLEODUCTO
4 de abril de 2016

La situación en la selva, tras los recientes derrames de petróleo en el Oleoducto Norperuano, es más grave de lo que muchos se imaginan. Al desastre ambiental se ha sumado, desde fines de febrero, la paralización de actividades en el oleoducto y el cierre temporal del lote 192 (Pacific Exploration) a raíz de este evento. Lo que pocas personas advierten, sin embargo, es que el mismo riesgo acecha a la Refinería de Iquitos (Petro-Perú) y al lote 8 (Pluspetrol norte)."La producción de hidrocarburos en la selva norte se va a detener si las labores de reparación del oleoducto se prolongan más de dos o tres meses", remarcan fuentes del sector.Petro-Perú es consciente del problema. Y es por ello que pretende culminar la inspección y evaluación del oleoducto en los próximos dos meses y medio."Estimamos conservadoramente que estas actividades deben acabar el 15 de junio, como máximo", apunta Jesús Angulo, gerente de exploración, explotación y oleoductos de la estatal.El problema con el oleoducto, según Carlos Gálvez, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), es que pocos se dan cuenta de su importancia, cuando se trata del activo más importante del estado peruano."Si el oleoducto fuera debidamente mantenido y sus partes fueran reemplazadas sistemáticamente, podría extender su vida útil por 30, 40 o 50 años más. Sin embargo, no se hace nada de eso, y ahora está en peligro de destrucción", remarca.En tal sentido, apuntó que la prioridad número uno de Petro-Perú debería ser el cuidado y adecuación tecnológica del oleoducto y no el desarrollo de "proyectos sin sentido", como la ampliación de la refinería de Talara, que, finalmente, no podrá ser llenada con crudo peruano, "porque no lo habrá".

  • [El Comercio,Pág. 10 Día 1]
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