EN CHIRIACO E INAYO NO SABEN CUÁNDO VOLVERÁN A TENER LA VIDA QUE LLEVARON
21 de febrero de 2016

En los 6 kilómetros del curso del río Chiriaco afectados por el derrame de petróleo crudo ocurrido en la quebrada de Inayo, provincia amazonense de Bagua, hay sembríos de cacao, plátano y yuca. Uno de esos cultivos pertenece a don Alejandro Sajupuk Yanpantsh. Él se vio impedido de ingresar a su propia plantación debido a la cantidad de crudo que se había acumulado en sus tierras. Junto a su hijo y a los comuneros vecinos procedieron a extraer el petróleo con baldes. Pero la vegetación continúa cubierta de un negro manto oleaginoso. La monja María del Carmen Gómez Calleja refiere que a la preocupación por la pérdida de cosechas de los comuneros se agrega la intranquilidad de las religiosas que laboran en el colegio Fe y Alegría Nº 62, donde funciona un internado mixto con 500 estudiantes de primaria y secundaria. "Es que el próximo 14 de marzo se inician las clases y no se sabe si para esa fecha el problema estará resuelto. Los chicos se bañan en el río, ahí lavan sus ropas, juegan, es parte del internado; pero el río y suelos contaminados son un peligro para la salud de los estudiantes", explica.En este centro de estudios, ubicado a 4 kilómetros de la quebrada de Inayo, manifestaron que hasta el momento ningún funcionario de Petroperú les ha visitado para ver la situación en que se encuentra el internado.(Edición domingo).