Tras los derrames de petróleo en las regiones de Amazonas y Loreto en el último mes por roturas en el Oleoducto Norperuano, diversos medios locales informaron ayer de un tercer derrame, esta vez en un arrozal en las cercanías de la localidad de Pucará, cerca del río Huancabamba en la provincia de Jaén (Cajamarca). El Comercio estuvo ayer en la zona y comprobó que hay tres pozas provisionales de petróleo crudo confinado en las que trabaja personal de la empresa estatal Petro-Perú, operadora del oleoducto. El lugar fue cercado por la entidad para evitar el ingreso de personal no autorizado. Petro-Perú emitió ayer un comunicado de prensa en el que desmiente que se haya producido un nuevo derrame en el ducto. Según la misiva, en la zona se realizan trabajos de mantenimiento correctivo programados hasta marzo de este año. El presidente de la empresa estatal, Germán Velásquez, dijo ayer en una entrevista a RPP que "desde que se hace el mantenimiento se construyen zanjas para contener el petróleo que pueda derramarse en el momento que se cortan las grapas, este trabajo se está haciendo en una chacra con autorización del dueño, a quien se le paga por el trabajo realizado".El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) confirmó ayer, a través de un comunicado, que el ducto no se ha roto, sino que el petróleo ha sido confinado en pozas como parte de las actividades de mantenimiento programadas por Petro-Perú para la reparación de posibles daños en la tubería.(Edición sábado).