Las recientes elecciones presidenciales en Perú fueron transparentes y un paso importante hacia la consolidación institucional, pero las autoridades tienen el reto de superar algunos aspectos del proceso para procedimientos futuros. Así lo dijo el jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), Lloyd Axworthy, quien presentó un informe preliminar de su trabajo ante el Consejo Permanente de embajadores de la OEA.Dijo que las autoridades peruanas, que realizaban su segunda elección después de la renuncia del presidente Alberto Fujimori en el 2000 y la transición al actual gobierno del presidente Alejandro Toledo, tuvieron el mérito de haber convencido a la población de que estos comicios iban a ser más abiertos y más transparentes.No obstante, indicó que se requería corregir ciertas condiciones en los centros de votación e implementar un mejor sistema de información para los votantes en el día de la elección. "Los centros de votación son muy grandes, algunos reciben de 1.500 a 2.000 votantes generando un cierto grado de confusión", dijo.Mencionó también que esos centros no tenían facilidades para el acceso de votantes en sillas de ruedas, un caso que puede ser corregido con facilidad, y que las autoridades electorales requerían de mejores mecanismos para conectarse de una manera más coordinada. De otro lado, Axworthy consideró una gran preocupación la difusión de encuestas una semana antes de la votación, a través de los medios internacionales e Internet, a pesar de que esto está prohibido según ley.