Ayer por la tarde, mientras el Congreso debatía airadamente un proyecto para modificar el accionar de Cofide (se aprobó que pueda otorgar créditos a los gobiernos regionales, pero se desestimó convertirla en una entidad de primer piso, como en los ochenta), el Ejecutivo aprobó el decreto supremo que autoriza al Banco de la Nación a llevar adelante su proyecto para ingresar al segmento PYME (hoy debería estar publicado).Si bien en la exposición de motivos del decreto es evidente que el Ejecutivo solo autorizará al banco a arrendar espacios en sus agencias para que otras entidades especializadas puedan extender su red de agencias (el Banco de la Nación llega a más de 200 localidades donde ninguna otra entidad financiera está presente), ello no queda claro en la resolución final, al no especificarse qué tipo de operaciones y servicios se le autoriza a celebrar al Banco de la Nación. ¿Qué quería el Banco?De acuerdo con declaraciones previas vertidas por Kurt Burneo a este Diario (ayer no estuvo disponible para comentarios), el banco que él preside había presentado al MEF un proyecto que le permitía asociarse con algunas entidades especializadas (cajas municipales, rurales y Edpyme) para ofrecer créditos a las PYME en los lugares donde solo está presente el banco estatal. Dicha asociación consistía, según Burneo, en un acuerdo mediante el cual el Banco de la Nación proveía el 50% del monto a prestar y la infraestructura, mientras que la entidad especializada proveía el otro 50% y se encargaba del análisis y posterior asignación de los créditos. Una propuesta que, dada la redacción del decreto supremo, podría ser implementada por el Banco de la Nación.