Para hoy está programada la interpelación al jefe del Gabinete, Carlos Ferrero, y al ministro de Transportes, José Ortiz. Ante ello debemos reiterar la invocación a las diversas bancadas para que actúen con cordura, responsabilidad y madurez.No se debe desvirtuar el sentido de este procedimiento interpelatorio ni caer en el juego politiquero y extremista que pretenden algunos y que hace tanto daño, no solo al Parlamento sino también al país.La atingencia es oportuna ante recientes declaraciones de algunos voceros apristas, que antes descartaban la posibilidad de una censura pero ahora, riesgosamente, la promueven a priori y sin siquiera haber escuchado los descargos ministeriales. Es más, recusan a otros grupos por oponerse a tal recurso extremo, lo que genera explicable suspicacia.¿Qué es lo que busca realmente el Apra con estas acciones incoherentes? ¿Acaso desempolva otra vez la conocida escopeta de dos cañones, que un lado apoya el dinamismo económico a través de la Comisión Pro Inversión y por el otro quiere arrinconar al Gobierno solo para ganar réditos partidarios y electoreros?Como ya lo hemos apuntado, es justificada la preocupación por los recientes hechos de violencia sucedidos últimamente, lo que debe llevar a deslindar responsabilidades y a tomar medidas preventivas y correctivas.Ante ello, hubiera sido preferible que el propio doctor Ferrero tomara la iniciativa y diese un paso adelante para acudir al Congreso e informar al país sobre lo que está pasando. Sin embargo, aprobada la interpelación, esta debe desarrollarse dentro de cauces democráticos y asumiendo el compromiso con el interés nacional y no con sesgadas agendas partidarias.A propósito, hay que subrayar que, luego del cierre de la cédula viva, se incrementó en algunos puntos la aprobación pública del Parlamento. Por lo mismo, sería oportuno y necesario que continúe esta conducta responsable y cuerda, y mejore con ello la imagen del Congreso.