SE COMPLICA LA ECUACIÓN GASÍFERA EN EL CONO SUR
14 de enero de 2016

Bolivia es en un importante abastecedor de gas natural para Argentina y Brasil. Ambos países importan no solo gas de Bolivia, sino también cada vez más GNL. Argentina y Brasil producen gas natural y podrían haber elevado reservas y producción, porque tienen geología para hacerlo. Empero, sus marcos jurídicos, monopolios estatales, subsidios, nacionalismos y otros han hecho que las inversiones no sean las suficientes. No es que el gas no exista, lo que existe es un fuerte déficit exploratorio y su ecuación de autoabastecimiento no es posible en un corto/mediano plazo. Bolivia realizó importantes descubrimientos de gas hace más de una década y las ha desarrollado para cubrir su mercado interno y a Argentina y Brasil. Sin embargo, la exploración también ha sido deficitaria. Dos de sus más importantes megacampos (San Alberto y San Antonio) y campos menores están en proceso de declinación. Otro megacampo (Margarita) está siendo explotado al máximo para cumplir con la demanda. En breve, entrará en producción el último megacampo (Incahuasi), que compensará las declinaciones señaladas. Bolivia tendrá serios problemas para abastecer estos tres mercados si no se gesta la inmediata y masiva llegada de inversiones privadas que acompañen a las de YPFB. Necesita reponer cerca de un trillón de pies cúbicos por año en los próximos 10 años. Se está tratando de aprobar una Ley de Incentivos Económicos para acelerar nueva producción, en especial del bloque Incahuasi, que será valioso para que el déficit no sea crónico. Esperemos que los incentivos en aprobación funcionen y se logre inyectar mucho capital de riesgo en exploración, y a cruzar los dedos para que la geología sea favorable El contrato Bolivia/Brasil fenece en el 2019 y se debe empezar a renegociar, y habrá que ver qué trae cada parte en materia de precios y marcadores referenciales, volúmenes, niveles de take or pay y delivery or pay, tarifas de transporte y otros, y que serán parte de una muy dura negociación y conciliación. La presidenta de Brasil está muy débil y no tiene la cintura política para hacer cesiones a Bolivia, como en el pasado. Argentina tiene un nuevo Gobierno y nuevos actores, con otra forma de pensar, más de negocios, de apertura económica, de empresa privada y más claridad en los contratos que un proyecto de integración de gas con matices políticos. Eso sí, Argentina necesita del gas de Bolivia y Bolivia necesita de los ingresos y el contrato seguirá adelante. ¿Qué ocurriría en caso de que el anticipado déficit de Bolivia se cumpla? ¿Se recortará a Brasil, a Argentina o al mercado interno? ¿Brasil y/o Argentina serán aliados políticos para no aplicar multas y sanciones por el incumplimiento? Los tiempos políticos son otros. Eso sí, los tres países están buscando desesperadamente inversiones en exploración y acompañar a sus empresas estatales que no lo pueden hacer solas. Lastimosamente, lo hacen en un momento en el que las empresas internacionales y el sector petrolero no pasan por un buen momento debido a los precios deprimidos del petróleo. La ecuación gasífera del Cono Sur se complicará en los próximos años. En tanto las inversiones no se gesten y la geología sea favorable, veremos mas GNL entrando a Argentina y Brasil por sus costas. No es lo deseable pero así están las cosas, señala Álvaro Ríos Roca, socio director de Gas Energy Latin America.

  • [Gestión,Pág. 20]
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