La lógica indica que, en una segunda vuelta entre Alan García y Ollanta Humala -cosa que todavía está por verse-, el candidato aprista tendría que tratar de sumar votos entre los peruanos que apoyaron a Lourdes Flores, a Valentín Paniagua y a Humberto Lay. García, sin embargo, nunca se ha guiado sólo por la lógica. Confía en su instinto y se tiene mucha fe. Y, por eso, ayer adelantó que, si es el elegido para disputar el balotaje, saldrá a la caza de los votos del mismísimo líder nacionalista. En esencia, lo que el candidato aprista sostuvo es que, de competir en la segunda vuelta, su campaña será inclusiva y buscará llegar a todos los sectores. A los votantes de Unidad Nacional (UN) y a los del Frente de Centro. A los de Restauración Nacional, el partido del pastor Humberto Lay. Pero también a los de Ollanta Humala, "los pobres entre los pobres", que suman nada menos que el 31% del electorado peruano.