Un baño de fe y popularidad se dio el candidato presidencial aprista Alan García, cuando acudió ayer a la Catedral de Lima para los actos litúrgicos de la Pasión del Señor. Terminada la ceremonia, García se reunió en privado con el cardenal Juan Luis Cipriani. A su salida, el líder aprista anunció que su partido desistirá de pedir la nulidad de los procesos electorales en Madrid (España), Milán (Italia) y Miami (Estados Unidos)."He pedido al Apra que retire todas las impugnaciones para no crear ninguna duda ni herida entre los peruanos", indicó García. "Tengo plena confianza en el resultado", añadió.Y confianza era precisamente lo que su palabras expresaban. "Habiendo sido jefe del Estado, no puedo ganar con impugnaciones de algunas décimas de puntos. Hay que ganar por todo lo alto". Y cuando su confianza comenzaba a convertirse en soberbia, García remató: "No quiero que nada enturbie lo que podría ser una victoria".Una victoria que en este momento se basa en 112.142 votos. Pues cuando la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), ha contabilizado el 89,016% de los votos, García se endosa 2'732.240 (24,422% del voto válido), mientras que Flores Nano alcanza 2'620.098 (23,420%).Pero está claro que esta distancia se acortará cuando termine de computarse el voto en el exterior. Así lo reconoció incluso el personero técnico del Apra, Jaime Espinoza, quien dijo que --en el escenario más pesimista para su partido-- Lourdes Flores reduciría en no más de 35 mil votos la ventaja de Alan García, pero no lo superaría.(Edición sábado).