El proyecto de la central térmica de Quillabamba, si bien es una iniciativa del Gobierno que crea mercado para el Gasoducto Sur Peruano, tiene como parte contrapuesta que quita a las actuales empresas generadoras la posibilidad de vender toda su energía, porque va a tener una competencia desigual con estas. Esta situación se da porque dicha central tendrá ingresos garantizados que no tienen las actuales generadoras que están operando. Esta competencia desigual va a desincentivar las inversiones en general en el sector, y a futuro, puede disparar los precios y se van a incrementar las tarifas reguladas, además que muchas generadoras van a entrar en falencia y va a faltar capacidad de nueva generación competitiva, señala Alfredo Dammert, expresidente de Osinergmin.