El consorcio que construye el Gasoducto Sur Peruano (GSP) -integrado por Odebrecht, Enagás y Graña y Montero- advirtió que existe el riesgo de que en diciembre del año entrante, cuando ese grupo concluya las obras del Tramo A-1 del GSP -un ramal deMalvinas a Quillabamba y otro a la ciudad del Cusco-, no esté aún disponible el gas que se vaya a transportar por esa futura infraestructura.Esta preocupación la expresó Rodney Carvalho, CEO del GSP, quien, en principio, descartó que el problema en mención esté relacionado a alguna falta de gas natural en el mercado local, o de compradores, para el GSP, como indicaran Bárbara Bruce, gerente general de Hunt Oil, y Germán Jiménez, gerente general de Pluspetrol, firmas que integran el Consorcio Camisea.En el IV Congreso Día de la Energía, Bruce se había preguntado quién alimentaría alGSP, en momentos que las exploraciones por más gas no estaban dando resultados, en tanto que Jiménez afirmó que ese ducto se construía con la esperanza de encontrar un comprador de gas que aún no existe.No obstante, en diálogo con Gestión, Carvalho replicó que el Consorcio Camisea tiene suficiente gas, pues los 11.5 trillones de pies cúbicos de gas de reservas que tiene en el lote 88, alcanzan para 20 años para el centro y sur del país.Es más, dijo tener información que el Ministerio de Energía y Minas (MEM) prepara una subasta de 200 millones de pies cúbicos diarios de gas para el centro del país, a ser provisto por el Consorcio Camisea, cuando -acotó- el MEM debería dar prioridad al sur, según Ley 29970.