El inicio de la campaña electoral aprista trajo a la memoria al Alan García del 2001 y 2006.En todo ofrecimiento electoral hay que distinguir entre las metas y los métodos. Nadie podría estar en desacuerdo con el señor García, por ejemplo, en la meta de tener una economía que crezca al 6% anual o en la de reducir la pobreza a menos del 10%. Los candidatos deben decirnos cómo creen que cumplirán esos objetivos. Las ideas económicas del ex mandatario no parecen revelar un método para alcanzar esas metas. Alan García promete, por ejemplo, que regulará la "usura y el abuso" de las tasas de interés. A nadie le gusta pagar intereses altos, pero la regulación de las tasas de interés lleva a resultados contrarios al deseado.El dinero es una mercancía más y el interés es su precio. Si "regulamos" su precio, sucederá con el dinero lo mismo que con cualquier otra mercancía de precio regulado. El resultado es, inequívocamente, la restricción de su oferta.¿Un banco con una tasa de interés en la que pierde cada vez que presta dinero querrá prestar más o menos? Y si presta menos, ¿podrá pagar más o menos a los ahorristas? No solo es sencillo en la teoría, también lo ha sido en la práctica.En su primer gobierno el señor García mantuvo tasas de interés controladas. El crédito total en la economía era de 13% del PBI el primer año de García y quedó en 3% del PBI en su último año, según el Banco Central de Reserva. Entre la inflación y el control de tasas, el crédito prácticamente desapareció.Hasta fines de la década de 1980 tenían tasas controladas países como el Perú y Zambia, y hasta el siguiente decenio, Guyana y Tanzania, para dar pocos ejemplos. Actualmente, Argentina tiene límites a las tasas de interés. ¿Ese es el modelo?El candidato del Apra plantea poner límites a las tasas de interés. Eso equivale a sustituir a los bancos por la política. La política tiene que ver con los votos, no con los riesgos, los seguros, las garantías, los respaldos, los encajes y el volumen de las colocaciones. El señor García ha hecho también una comparación con las tasas de interés que cobra aquí una entidad financiera de capitales chilenos con las tasas que cobra en Chile.¿Por qué en Chile esa empresa cobra 49% de interés y acá, la misma empresa, más del 100%?, observa el candidato. Aquí se cobra el doble. Es difícil creer que un ex mandatario, con dos gobiernos a cuestas, no sepa la respuesta. Los precios, incluso los del crédito, tienen que ver con la competencia y con el volumen. El Perú tuvo créditos al sector privado por 35% del PBI en el 2014. Chile, en cambio, 109,4%, según el Banco Mundial. Chile tuvo casi tres veces el crédito que hubo en el Perú.Manipular desde el gobierno el mercado financiero solo retardará el ya lento proceso de llegada de líneas de crédito. Es decir, esa medida puede redundar más bien en un encarecimiento de los intereses.El ex presidente no reduce su pretensión de intervenir los mercados al ámbito financiero. Enfiló sus baterías, también, contra el sistema privado de pensiones. Criticó que los fondos de pensiones a veces pierdan mientras no ocurre lo mismo con la rentabilidad de las administradoras de esos fondos.¿Acaso un médico cobra menos cuando no puede curar una enfermedad? ¿Acaso un abogado deja de cobrar porque perdió un juicio?El candidato García sabe perfectamente que los fondos se invierten en instrumentos de riesgo y rentabilidad variable. Si hay una porción del fondo que se puso en la bolsa de valores, por ejemplo, el fondo subirá o bajará con la bolsa. ¿Acaso un funcionario de AFP debe ganar menos sueldo porque la bolsa bajó en sus promedios? ¿Acaso no hizo los mismos trámites, coordinaciones y trabajos?Proponer criterios políticos en vez de técnicos no es buena idea. Como se ve, la campaña recién empieza.