DE LA INSEGURIDAD CIUDADANA A LA INSEGURIDAD ENERGÉTICA
22 de octubre de 2015

Percibimos una marcada inseguridad ciudadana, pero existen otros tipos de inseguridad que -aunque difíciles de apreciar- son igualmente riesgosas. La dramática caída del precio internacional del petróleo y la excesiva burocracia para obtener permisos en el sector hidrocarburos nos enfrentan a una inseguridad energética.Conceptualizar dicha inseguridad es complicado, pero para darnos una idea basta imaginarnos los días sin combustible en los grifos, electricidad o gas natural en los hogares e industrias. O tener tales energéticos al "doble" del precio actual. Sería un caos total y tendría un impacto en nuestra economía, ya que aumentarían significativamente los precios de los bienes y servicios que adquirimos, y así, de manera acumulada, en la economía del país.El sector hidrocarburos enfrenta una cruda realidad, pues varios contratos de hidrocarburos están suspendidos por fuerza mayor y su fundamento común son las demoras administrativas en la "elaboración y/o aprobación" del instrumento ambiental. Si bien se han emitido medidas legales para agilizar, su efecto es limitado y en vez de reducir los principales costos del sector (permisologia), estas se centran en crear cargos por "seguridad" de suministro (CASE y FISE).Consideramos que el Estado, más que en otras épocas, debe aprobar medidas excepcionales para revertir esta situación (nula actividad exploratoria) y evitar perjudicar nuestras opciones de incrementar la producción de petróleo con la terminación de estos contratos bajo fuerza mayor, lo que nos podría conducir a una cada vez más declinante producción o a una nueva inseguridad, señala Eduardo Ramos, del Estudio Rodrigo, Elías & Medrano. .

  • [Gestión,Pág. 17]
  • /